Ubicación y contexto geográfico

Palizzi es el pueblo más meridional de la península italiana, situado entre los montes Grappida y Carruso, en las laderas del sur del Aspromonte. Su territorio se extiende entre las colinas y el mar, incluyendo las aldeas de Palizzi Superiore, Palizzi Marina, Pietrapennata y Spropoli. Es un centro importante en el área griega, caracterizado por un paisaje rico en barrancos blancos, olivares y memorias históricas estratificadas.

 

Notas históricas

El territorio de Palizzi está habitado desde tiempos prehistóricos, con yacimientos documentados del Paleolítico y Neolítico. En la época de la Magna Grecia representaba la frontera natural entre Reggio y Locri, marcada por el legendario río Alece, mencionado también por Estrabón.

Se convirtió en feudo de la familia Ruffo en el siglo XV, pasó a la familia Aragona d'Ayerbe, luego a la familia Colonna (que reconstruyó el castillo en 1751), a la familia Arduino y finalmente a la familia De Blasio, que fueron barones hasta 1806. El pueblo siempre ha tenido una posición estratégica y simbólica: sus orígenes también están vinculados a asentamientos pelasgos, calcídicos y, según algunos estudiosos, mesopotámicos.

 

El Castillo y la Catoja

Dominando Palizzi Superiore se encuentra el imponente castillo medieval, declarado Monumento Nacional. Fue reformada varias veces entre los siglos XVI y XIX y aún conserva murallas perimetrales, torres, ventanas ojivales, cárceles excavadas en la roca y el escudo de los Colonna. Hoy en día es una de las imágenes más icónicas del pueblo.

En el centro histórico también se encuentran las características Catoja (del griego katòghio), espacios subterráneos utilizados para la conservación de alimentos y como refugio durante las invasiones. Muchos de ellos se reutilizan actualmente como viviendas o espacios expositivos.

 

Arte, arquitectura y espiritualidad

La Iglesia Parroquial del Espíritu Santo alberga la estatua de mármol de la Santísima Virgen con el Niño, originaria de la Iglesia de Santa Maria dell’Alica, celebrada cada 8 de mayo. Esta última se encuentra en Pietrapennata, una aldea situada a 673 metros sobre el nivel del mar, inmersa en un paisaje de rara belleza.

Entre los edificios religiosos notables:

• la Iglesia de Sant'Anna, con una estatua del siglo XVI de estilo arcaico;

• la iglesia medieval de Pietrapennata, con influencias basilianas y renacentistas;

• el Santuario de Santa Maria dell'Alica, guardián de la devoción mariana local.

 

Vino y tradición

Palizzi es famoso por su vino tinto IGT seco y decisivo, conocido como “Palizzi”. El pueblo está afiliado a la asociación nacional Città del Vino. Cada año, durante la noche de San Lorenzo (10 de agosto), tiene lugar “Calici di Stelle”, un evento enogastronómico que devuelve la vida a las bodegas y a la Catoja con degustaciones, música y folclore, en colaboración con el Festival Paleariza.

 

Fracciones y paisajes

• Palizzi Marina es hoy la población más poblada, famosa por sus playas de arena y su mar cristalino, fácilmente accesible en tren. Es un destino turístico popular por su hospitalidad y gastronomía local, entre la que destaca la pasta con tinta de sepia.

• Pietrapennata ofrece una impresionante vista panorámica del Aspromonte y el mar. Amada por escritores y viajeros, como el paisajista Cosomatti, quien le dedicó un reportaje en L’Illustrazione Italiana en 1927.

• Spropoli, cerca de Capo Spartivento, es conocido como el “pueblo de las colinas de mármol en el valle de las adelfas”, una zona de extraordinaria belleza natural.

 

Arqueología y fronteras antiguas

Gracias al trabajo del arqueólogo S. Stranges, se ha reconstruido una red de yacimientos prehistóricos y de la Magna Grecia, demostrando la importancia histórica del territorio como punto de contacto entre Reggio y Locri. Según muchos estudiosos, el río Palizzi sería el antiguo río Alece, que marcaba esta frontera sagrada y estratégica.

 

Personajes y memoria

En Palizzi Superiore, en 1973, se erigió una fuente conmemorativa en honor de Bruno Misefari, intelectual y anarquista calabrés. La estructura de piedra caliza alberga una lápida de mármol negro belga, que contiene los restos del “gentil rebelde”.